Sillas, también llamado Silvano, fue un misionero de origen judío y ciudadanía romana, considerado uno de los principales cristianos de Jerusalén, enviado por los apóstoles a Antioquía.
(gr. Silas y Silás, "amante de la selva" -selvático-; tal vez vez derivado del aram. Sheîlâ, equivale al heb. Shâul, Saûl o Sâulo). El nombre aparece en los escritos de Josefo y en inscripciones griegas. Su forma latina, que también figura en inscripciones, es Silvanus, del que se deriva la forma griega del NT, "Silvano". Ciudadano romano (Hch 16,37-38), compañero de Pablo durante el segundo viaje misionero (Hch 15,40; 18,22). Si se compara Hch 18,5 con 2Co 1,19 se puede verificar que también se llamaba Silvano; sin duda el Silvano de 1Ts 1,1; 2Ts 1,1 y 1P 5,12. Era dirigente de la Iglesia (Hch 15,22) y profeta (Hch 15,32). Después del Concilio de Jerusalén, junto con Judas Barsabás fue elegido para ir con Pablo y Bernabé a llevar las cartas del concilio a los miembros de origen gentil de las Iglesias "de Antioquía, en Siria y en Cicilia", y para explicar las decisiones a que habían llegado (Hch 15,22-23). Al llegar as Antioquía dieron sus mensajes, y Silas y Judas, que eran profetas, exhortaron y fortalecieron a la Iglesia de ese lugar (Hch 15,30-32). Más tarde, Pablo escogió a Silas para que lo acompañara en su segundo viaje misionero (Hch 15,40-41). En Filipos fueron detenidos, azotados y arrojados a la prisión (Hch 16,17-24). Un terremoto los liberó, y su ciudadanía romana originó las disculpas de los magistrados (Hch 16,25-40). Luego fueron a Tesalónica y a Berea (Hch 17,1-10). Silas se quedó allí con Timoteo, mientras Pablo proseguía hacia Atenas (Hch 17,14-15). Después, Silas y Timoteo se reunieron con Pablo en Corinto y dedicaron algún tiempo a predicar (Hch 18,5; 2Co 1,19). No se sabe nada más de la vida posterior de Silas a menos que, como parecían indicarlo Hch 18,5 y 2Co 1,19, fuera el secretario que escribió al dictado la carta Primera de Pedro (1P 5,12).
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