Jesús busca momentos de tranquilidad e, incluso, de soledad para su oración fuera más intensa y sin interrupciones (Mc 1,35).
Pocas veces se nos habla en los evangelios del contenido de la oración de Jesús. Él acude a la oración en los momentos más importantes de su vida y enseña a sus discípulos a hacer lo mismo.
- En el desierto antes de iniciar su misión (Mt 4,12.19).
- Antes de elegir a los doce apóstoles (Lc 6, 12-13).
- Antes de hacer un milagro (Jn 11, 41-42)
- Por la noche, después de una intensa actividad (Mt, 14, 23).
- Con sus discípulos, a quienes enseña el padrenuestro (Lc 11,1-4).
- Cuando se transfigura y revela que posee la gloria de Dios (Lc 9,28-29).
- Bendice y da gracias en la última Cena (Mt 26,26)
- En el Cenáculo, ora por sus discípulos (Jn 17,17-25).
- En el huerto de los Olivos, antes de ser entregado por Judas (Lc 22,39).
- Antes de morir, Jesús ora por los que los que le causan daño. Pone en manos del Padre su último suspiro (Lc 23,34.46).
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