La armadura de Dios

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El combate espiritual lo representa san Pablo con la milicia de su época. "La armadura de Dios", a modo de vestimenta y armas de un soldado romano, simboliza la presteza con la que debe revestirse un cristiano y estar alerta contra el maligno vencido en la cruz pero se insinúa en las conciencias de las personas, y, más aún, sigue actuando. 

Los cristianos conscientes de esa "lucha" espiritual, que aguardan la gloriosa venida de Cristo, se mantienen vigilantes. Las persecuciones, la tentación de desanimarse o de traicionar, los vatileanks..., vienen del maligno presente en este mundo.


Oremos con perseverancia, pues contra el mal sólo son eficaces la oración y las armas que nos dejó Cristo, esto es: el cinto de la verdad, Jesús es la Verdad; la coraza de justicia, santidad; el calzado, disposición de anunciar el Evangelio de la paz; el escudo de la fe, para defendernos en la lucha contra los ataques del mal; el yelmo de salvación, confianza en Dios; la espada del Espíritu, la palabra de Dios... (cf. Ef 6,10-17).